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El presidente de la Asociación para el Desarrollo de la Empresa Familiar de Madrid (ADEFAM), Clemente González Soler, ha pedido al Gobierno más “ambición y celeridad” en la aplicación de las reformas que necesita España para superar la crisis. “España tiene solución si hacemos lo que tenemos que hacer, y además lo hacemos con valentía, olvidándonos de cálculos políticos que solo alcanzan hasta la próxima cita electoral”, ha afirmado el presidente de los empresarios familiares madrileños en la celebración de la X Asamblea General Anual de la asociación que ha presidido el ministro de Energía, Industria y Turismo, José Manuel Soria, y en la que también estuvieron presentes el presidente del Instituto de la Empresa Familiar, José Manuel Entrecanales, y el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González.
El presidente de ADEFAM instó al Ejecutivo a aprovechar el margen otorgado por Bruselas para alcanzar el objetivo de déficit, hasta el año 2016, para “hacer los deberes con profundidad y auténtica ambición reformadora”, y ofreció un decálogo de iniciativas que, a juicio de los empresarios familiares de la región, deben ponerse en marcha sin demora. En materia fiscal y financiera, pidió impulsar la reforma bancaria para que fluya el crédito a la empresa, y abogó por una reforma del sistema impositivo que mejore la recaudación por la vía de ampliar las bases imponibles, controlar el fraude y reducir la presión sobre empresas y ciudadanos para potenciar el crecimiento.
En el ámbito laboral y formativo, criticó que la reforma se haya quedado “corta y no cumpla con los objetivos de flexibilización que se había marcado”. “La armonización de plantillas sigue estando supeditada a la decisión judicial y los costes del despido son altos en comparación con los países del entorno”, aseguró. Asimismo, consideró un fracaso que España no haya consensuado aún una ley educativa, tras haberse aprobado siete reformas en democracia, y pidió fomentar el espíritu emprendedor en la escuela y conectar el mundo de la empresa con el de la formación y la investigación.
El presidente de los empresarios familiares madrileños defendió también una adaptación de la Administración Pública a la capacidad real de la economía española. “Debemos contar con la Administración que nos podamos permitir, ni más ni menos. Y eso supone acometer una reforma profunda para suprimir duplicidades, ineficiencias y gasto improductivo en los tres niveles administrativos”. En relación con este punto, instó a recuperar “la cultura de servicio público” que incluye “cumplir la ley a la hora de pagar a tiempo a los proveedores”. Del mismo modo, se mostró partidario de poner fin a la “cultura de la subvención en partidos, asociaciones y fundaciones”. A su juicio, deberían “vivir únicamente del sustento de sus afiliados” y así se evitarían “ciertos parasitismos que están privando de ayuda a instituciones benéficas y sociales que realmente la merecen”.
El decálogo de los empresarios incluye también la reforma del sistema judicial, cuya lentitud en sus resoluciones constituye “una barrera para la dinamización de los negocios y el desarrollo de las empresas”; la puesta en orden del sistema energético, “uno de los más complejos e ineficientes del mundo, que lastra la competitividad de las empresas”; la liberalización de aquellos sectores productivos que aún permanecen regulados, y el impulso de la unidad de mercado para “reforzar el efecto de escala del mercado interior, reducir la complejidad administrativa y los costes de transacción”.
Clemente González Soler aseguró que, ante la situación que padece España, “la resignación no es la respuesta”. “No es ni siquiera una opción a considerar”, y reivindicó el papel de las empresas familiares como “pieza nuclear que articula las sociedades”. “Si propiciamos las condiciones que favorezcan su desarrollo, aseguraremos las pensiones, garantizaremos la financiación y será posible prestar los servicios ciudadanos”, afirmó. Y a renglón seguido añadió: “este y no otro es el círculo virtuoso que necesita nuestro país para reducir el déficit y controlar la deuda”.
El presidente de ADEFAM propuso recuperar los valores como palanca de regeneración institucional y propuso como referente las señas de identidad de las empresas familiares, “unas organizaciones que son optimistas porque basan sus proyectos en el largo plazo; asumen riesgos sin despreciar la prudencia; se apoyan en la austeridad y el esfuerzo para llegar lejos; apuestan por la mejora continua y renuevan cada día su compromiso con las familias, los trabajadores y la sociedad”.

La Asamblea General Anual de ADEFAM ha reunido en la Casa América de Madrid a cerca de doscientas personas entre empresarios familiares y responsables políticos y económicos nacionales y autonómicos. En el transcurso del acto se celebró una mesa redonda que repasó la evolución de las empresas familiares a lo largo de los diez años de actividad desde la fundación de ADEFAM. En esta mesa participaron los fundadores, presidentes y vicepresidentes que ha tenido la asociación en sus diez años de andadura: Angel Pérez-Maura, consejero delegado de Pérez y Cía; Jesús Macarrón, presidente de Grupo Gestair; Gabriel García, presidente de Relais&Châteaux España; Lourdes Fuentes, presidenta de Roan Asesoramiento Inmobiliario, y Clemente González Soler, presidente de Grupo Alibérico. El coloquio fue moderado por Juan Pablo Lázaro, presidente de Sending Transporte Urgente y vocal de la Junta Directiva de ADEFAM.